-Once veces- le dijo.
-¿Pero por que?- inquirió el otro, aún intrigado por la explicación.
-No se, eso me dijeron, y pues nimodo ordenes son ordenes- dijo encojiendose de hombros.
-Ok, pero si ha de ser así yo no quiero tener nada que ver.
-Como quieras, el trabajo lo puedo haer contigo o sin ti, da igual.
-¿Pero en serio estás dispuesto?, digo apenas lo conoces y ya hasta haces lo que te pide.
-No es de extrañarse, desde el principio lo supe y ¿Para que resistirse?, si al final de cuentas iba a terminar como ahora, no hice nada que no fuera a suceder ya.
-Pues ni hablar- dijo resignado- cuando tienes algo en mente ni quien te lo saque de la cabeza, asi que ¿Cuando empezamos?- el otro hombre sonrió de oreja a oreja.
-¡Sabia que no me defraudarías!- dijo al tiempo que le daba un abrazo.- Por algo eres mi hermano favorito.
-Si ya, ya, ¿y bien?- Se le quedo viendo escudriñando su rosto en busca de una respuesta.
-Y bien....¿Que?- lo miro extrañado. El otro suspiró.
-Ya sabes- le dijo de modo desenfadado- a cuantos hay que matar ahora y esas cosas.
-oh- un brillo extraño asomo por sus ojos- ¿vas a querer que arruine la sorpresa?- le sonrió maliciosamente.
-Algo me decía que no sería tan facil, y para que pregunto, de todos modos yo se que vas a terminar matando a todos como siempre.
-Jaja, si, se ve que me conoces bien. Y bueno, ¿Quieres comenzar ya?
-Si, por que no, al fin de cuentas ya me estaba aburriendo de estar aquí.
feminismo e integrismo
Hace 1 año
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