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La vida es tan extraordinariamente simple, bella, feliz e infantil, pero muchas veces, sino es que todo el tiempo se nos olvida. Intentamos parecer cosas que no somos, dcimos cosas que no queremos decir y hacemos cosas que realmente no sentimos. No se en que momento dejamos de sorprendernos, de maravillarnos con los pequeños momentos de la vida, en que momento todo se volvió tan gris e insipido, en donde dejamos ese niño que nos guio desde el principio, ¿Será que ya lo lvidamos?, espero que no. Si exsitiera un mundo perfecto estaría poblado solo de niños, por que ellos saben que la vida es un juego en donde todos ganamos. 

Cada quien vive como ha decidido vivir. El que vive una vida miserable llena de rencores, es por que él (o ella) así lo quizo, todo lo que pasa en tu vida es por tu culpa, y asi como nosotros lo causamos, igualmente lo podemos solucionar, solo es cuestion de querer. Hay ocasiones en que quisiera enfrescar la felicidad, captar su esencia, su olor, y mantenerla siempre conmigo, en mi bolisllo, así cuando se me olvide a que sabe, que se siente, tomar un poco de la que traigo guardada.

Lo que pasa es que muchas veces se nos mancha la felicidad, si, se nos tiñe de gris, casi negro, y creemos que ese es su color natural, la traemos puesta como si fuese lo mas natrual del mundo, vemos a quienes la tienen limpia y nos reimos, creemos que ellos son los defectuosos por que la mayoría viste de negro y ellos que andan de blanco son simples locos que no saben nada de la vida, incluso los locos de adeveras visten de blanco en los maniconmios, indicio de que desde siempre el blanco se les vincula a aquellos que piensan diferente, que no entran dentro de lo "normal", simplemente por que ven la vida de otro color, de uno mejor. Todos parecen chiquillos con esa felicidad enterregada por haber estado jugando toda la tarde o en nuestro caso por estar trabajando todo el dia, se nos olvida que también se tiene que lavar. Pero hay que tener cuidado cuando lo hagamos, tenemos que leer antes la etiqueta y saber qué no se puede usar, porque luego la hechamos a perder y esa ya no se puede arreglar, la sacamos a secar a la ventana sin darnos cuenta de que en realidad no hay tendedero, y una vez afuera jamás volverá. Pero saben que, no se preocupen, de hoy en adelante regalaré felicidad nueva, aun sin abrir para aquellos que la quieran, si usted esta interesado digame y se la mando hasta su casa, si, aunque usted viva haya por un cerro en donde se anda en burro tenga por seguro que hasta alla le llega, pero eso si, no acepto devoluciones, aunque una vez que alguien la obtiene, nunca más la deja ir. Y se unirá al club de los que andan con una risa estúpida todo el dia. 

Si alguien no es feliz en la vida, entonces aun no ha descubierto a que ha venido a este mundo.