¿Qué?, ¡¿Qué es lo que quieres de mí?!, ¿Por qué te metes tú, así tan altanera y sin permiso alguno?, ¿Qué te he hecho yo a ti?, ¡¿Qué?!, nada, y eso es lo que más me preocupa, por que es ahora ¡oh! desgraciada, que veo tu verdadera maligna naturaleza. Mi ventana está cerrada, pero a ti no te importa, ¿Solo juegas conmigo acaso?, ¿Te divierte mi dolor?. Si, ríete ahora que puedes, aprovecha estos días fríos y obscuros, que cuando acabe el invierno volverás a ser algo más en el cielo, y ese, es infinito.
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