Siempre nadamos en mundos de incoherencia. Imaginamos que asi se siente vivir. Nos ahogamos en la mediocridad de una vida en decadencia que nos turbia y nos enublece la vista. Esta gorda felicidad ya no puede levantarse, metiendose bajo sus lonjas la sensacion de vacío.
Ya no siento eso en la sangre, se ha ido para tal vez no volver jamás, se escondió dentro del barro, confundiendose con la simple tierra estéril donde solo crece la hierba que te seca el corazón.
¿Sera que estoy ciego?, no, la luz es la que se ha quedado ciega, tal vez medio tuerta, pero eso basta para que me sienta fuera del mundo, sambullido hasta las orejas en un pantano de mediocridad.
Sentirse mediocre es lo mismo que serlo.
feminismo e integrismo
Hace 1 año
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