Era la hora de la comida y aún no había llegado. Mi Madre estaba en la cocina meneando el culo y la sopa como todos los domingos en la tarde. Mi papá sentado a la cabeza de la mesa fingía que leía el periódico, pero todos sabíamos que estaba viendole las tetas a las chicas de la última página. Aveces pienso que solo por eso lo compra. Mi hermana seguía en su encierro vespertino, sacadose pelos de sabe donde y hablando de chicos con sabe quien. Aposté con mi hermano que el año que viene se embaraza. Uno sabe cuando tiene una hermana puta. Yo la tenía. Pero mi hermano no llegaba y yo tenía tanta hambre que incluso me podia comer la sopa de mi madre... bueno, al menos ella decia que lo era, pero para mi padre es una regla que si no estamos todos nadie come. Y mientras el pendejo de mi hermano anda en la calle agarrando culos, yo estoy aca esperando a que la sopa se enfrie y mi padre empiece a putear a todo mundo hasta que comience el futbol. El futbol es lo único que lo puede distraer de las tetas, cambia unas bolas por otras, eso, y mi mano intentando alcanzar las papas horneadas sobre la mesa. No se como lo hace pero siempre me descubre, aveces pineso que tanto ver tetas le dio poderes y puede ver a través de las cosas. Y mi puto hermano que no llega, hoy en la noche me las va a pagar, duerme como tronco. Ni siqueira un terremoto seguido de un tsunami puede despertar al hijo de puta, por eso siempre le juego bromas. Ha tenido en su cara mas cosas que las que mi hermana ha tenido en su vagina, y eso esta dificil. Esta noche va a sumar una mas a su lista. Ding, dong. ¿A quien se le ocurre tocar en un domingo por la tarde?, ha de ser la gorda del piso de arriba. Se le ha de haber terminado el azúcar, como siempre. Yo creo que si le cortas una lonja, en vez de sangre le sale melcochca. Ha de tener mas azúcar que neuronas la pendeja. Mi mamá atiende a la puerta. No es la gorda, es un par de policias del pueblo. La cara que traen puede significar solo dos cosas: o ya se cagan, o algo malo sucedió. Yo creo que es lo segundo, por que aún siguen en la puerta hablando con mi Madre, esa que ahora esta en el piso llorando, ¿Llorando?, es verdad, lo unico que puede distraer a mi padre de las tetas es el futbol, mi mano al alcanzar la comida y mi mamá llorando. Se levanta de la mesa y va hacia la puerta. La preocupación se le dibuja en la cara. "¡Es Gilberto!" dice mi mamá llorando cada vez mas. Esto no es normal, algo malo sucedió deveras. Mi papá habla con los oficiales. Se despide, da las gracias y se vuelve a sentar. "Ahora ya podemos comer" dice, "¿Y Gilberto?" pregunto, sin realmente querer saber la respuesta. "Ya estamos todos en la mesa" dice, toma su periodico de nuevo y finge leerlo otra vez, pero ya no ve tetas eso es seguro, por que naide que ve tetas se pone a llorar de esa forma. Tomo las papas y me pongo a comer. Creo que de ahora en adelante cenaremos mas temprano, ya nunca tendremos que esperar a nadie.
feminismo e integrismo
Hace 1 año
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