16 sept 2011

Carrusel

La sensación de no saber para que vivo vuelve constantemente a mi. Mas bien creo que siempre esta ahi pero me hago el que no veo. Todos hacemos como que no vemos, pero esta ahí, recordandonos que nada tiene sentido. Es soltarse de las ataduras de las cosas, del mundo, flotar en la inmensidad del todo, pudiendo entonces ver todas las posiblidades existentes, todo lo que no tomamos. Y es ese justo momento nuestra oportunidad de cambiar, de engañarnos a nosotros mismos para tomar cosas diferentes de las que teniamos antes de volar, y caemos sujetos a todo lo que alcanzamos con nustros deseos. Pero, ¿Y si pudieras volar a libertad?, podrias atar y desatar todo a tu antojo...¿Pero y si nunca vuelves al suelo de nuevo?, tendrías todo, pero nada tuyo, nada que sientas parte de ti. ¿Y un nivel intermedio?, si, es posible, pero mas dificil, es encontrar el balance perfecto, el de solo tocar las puntas sin que te aten. Es aparentar que subes y bajas, como en un carrusel. Pero cuando uno baja, otro tiene que subir, si no todo se viene abajo. Quedarse a medio pelo de conejo, nunca llegando a la piel, pero jamás olvdando el enigma del sombrero y la nada. El precio del conocimiento es la soledad.

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