30 dic 2008

Al Amanecer (Parte 2)

Cuando el joven despertó ya era de día. Unos debiles rayos de sol se filtraban por el parabrisas. Se sintió perdido por un momento, pero luego lo recordó todo. Levantó sus manos para observarlas, las marcas aún seguían ahí. Se sentía pésimo, ahora no solo las herdias le dolían, todo le dolía, en ninguna de sus muchas borracheras se había sentido como en aquel momento "Si salgo vivo de esta voy a dejar de tomar" se dijo para si en broma, por que lo más probable es que no pasaría de aquella noche. Estiró el cuello para ver de reojo por la ventanilla, todo lo que alcanzaba a ver era desierto y uno que otro arbusto ocasional "a donde demonios me lleva" pensó. Se acomodó bien en el asiento y volteó a ver a su compañero.
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- ¿Cuanto tiempo hemos viajado ya?-
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-¡vaya!, la bella durmiente al fin despertó- le dijo el conductor mietras le daba un sorbo al café que sostenía en la mano- si llegaras a casa con esa pinta que tienes seguro que tu mujer terminaría el trabajo que el tipo de anoche no pudo hacer- rió sin despegar aún la vista del camino.
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- ja-ja muy gracioso Jack, estamos a punto de ser asesinados por una banda de mafioso-malenante-karateka-espias o quien sabe que y tu prefieres pasar tus ultimas horas haciedo bromas estúpidas.
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- Esta bien, esta bien, no te alteres, solo te quería animar un poco. Ten, toma un poco de café, te sentará bien. No te preocupes, ya casi llegamos, un par de horas más y estaremos en la costa.
Los dos hombres se quedaron en silencio, cada uno enfrascado en sus pensamientos, uno viendo hacia el camino y otro hacia la costa que comenzaba a aparecer intermitentemente por entre los árboles.
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A 426 kilómetros de ahí, un hombre llegaba a una casa escondida en las montañas. Llevaba ropa negra con indicios claros de una pelea, y una pequeña cámara le colgaba del cinturón, toco la puerta tres veces e izo una pausa, para volver a tocar otras tres. Esperó un momento. Se quedó obsevando la enorme casa estilo oriental, con pequeños dragones tallados en piedra que flanqueaban la casa en ambos extremos, las esquinas del techo terminaban con un pequeño espiral hacia arriba, como los antiguos templos chinos. Era color blanca con rojo. Una ventanilla corrediza se deslizó en la puerta, a la altura de los ojos, para dar lugar a dos pequeños ojos orientales que escrutaban al hombre que estaba parado en la entrada
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-Asunto- dijeron desde adentro, con una voz seca, pero con un claro asento oriental.
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- Vengo a ahablar con Chao Wong, le traigo noticias de los fugitivos- El oriental cerró la ventanilla, y después de una serie de ruidos metálicos abrió la puerta, para dejar pasar al hombre de negro.
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-El venerable Chao Wong lo espera en el segundo piso, ah, y quitese los zapatos antes de entrar, no le gusta que ensucien su alfombra- El hombre de negro entró, no sin atnes dejar afuera sus zapatos, que parecían mucho mas de vagabundo que de espía. Después de atravesar una serie de corredores y habitaciones con decoraciones extrañas llegó a las escaleras que daban al segundo piso. Subió con dificultad, por que sus pies se habían ampollado después de haber caminado tanto por la montaña y sin zapatos era aún mas doloroso. Llegó a una habitación con puerta corrediza que ocupaba la mitad del segudo piso. Tocó la puerta dos veces y de inmediato abrió otro sirviente, parecido al que acababa de dejar abajo. La habitación estaba decorada al estilo oriental, las repisas estaban repletas de katanas de diversas formas, y las paredes mostraban dragones de diferentes colores y tamaños con poses amenazadoras. Caminó lentamente y se arrodilló al llegar ante Chao Wong, que se encotraba tras una cortina de seda, ocultandolo.
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-Mi señor, han escapado, pero creo saber hacia donde se dirigen- le dijo, sin despegar la cabeza del suelo.
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-Mi paciencia se agota Collins, si no tengo lo que quiero antes del amanecer, se va a derramar mas sangre de la necesaria, y no queremos eso ¿Verdad?- uno hilillos de humo serpenteaban por la habitación, llenadola de un olor a tabaco y opio.
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- No señor, le pido mil disculpas, le juro que no volveran a escapar-
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-Eso espero, eso espero. Ahrora ve y traemelos, aunque ya no es necesario que esten vivos- En la boca de Collins se dbujo una gran sonrisa, aunque era imperceptible por que aún mantenía la cabeza en el piso.
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-Le aseguro que esta vez no fallaré, y menos ahora que matarlos ya no es un problema. Ahora con su permiso me retiro- Collins se levantó, dio unos pasos hacia atrás, aún un poco inclinado y salió de la habitación. Sentía como la adrenalina comenzaba a invadirlo, la diversión estaba por empezar.

29 dic 2008

Al Amanecer (Parte 1)

-¡Dame eso!, ¡Ahora!- le dijo, mirandolo con ojos inyectados en furia. Sus opciones se acababan, recorrió con la vista desesperadamente todo el lugar, tenía que haber algun modo de escapar o estaría perdido. El asesino se acercaba cada vez mas con paso lento, seguro de su inminente victoria. Una media sonrisa se dibujo en su rostro, reflejando saciedad y desprecio por aquel que tenía enfrente, tenía miedo, siempre había podido ver el miedo en la cara de sus victimas justo antes de morir, como en aquel momento. Ahora estaba tan solo a dos metros. Sus botas enlodadas hacian un ruido sordo al chocar contra el psio de madera mientras avanzaba, una cuchillada rapida y todo habría terminado. En ese momento una luz cegadora respladeció por la ventana que tenían justo al lado, en cuestión de segundos toda la pared se vino abajo, levantando una nube de polvo y escombros que cubrieron toda la habitación, los dos hombres cayeron al suelo, separados por la camioneta que acababa de impactar la casa.
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El joven volvió en sí rápidamente, aún estaba confundido por el golpe pero pudo reconocer al instante al conductor de la camioneta, era él. Echó un rápido vistazo a donde hace unos momentos estaba su agresor pero no había nadie, se había ido, y definitivamente no se quedaría a averiguar a donde. Abrió la puerta y se subió del lado del copiloto, en donde una cara familiar lo esperaba. Los dos hombres se vieron a los ojos unos momentos y sonrieron, todo había salido de acuerdo al plan, al menos la mayor parte, pero aún faltaba lo más dificil.
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-¿Lo tienes?- preguntó el recién llegado con un brillo en los ojos. El joven dejó caer una cajita negra en el regazo del conductor, quien lo miró con una mezcla de incredulidad y asombro.
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-Deberías tener mas confianza en tu compañero, ¿No crees?- le dijo mientras lo miraba y sonreía victoriosamente- ahora arranca que aún no hemos terminado. Con un movimiento rápido puso la camioneta en reversa, haciendo crujir la madera mientras avanzaba. Hizo girar el volante para dar una vuelta de 180 grados, que lo puso de frente al camino por el que había llegado, arrancó pisando a fondo, levantando una nube de polvo mientras avanzaba. Solo después de haberse alejado unos kilometros el joven se relajó en su asiento, soltando un gran suspiro. Recien notaba que le dolia todo el cuerpo, y que tenía varias heridas en las manos y pies, pero pronto terminaría, solo era cuestión de aguantar un poco más. Lo que no sabían era que alguien observaba todos y cada uno de sus movimeintos, oculto en las sombras. El espía tomo furtivamente unas fotografías de la camioneta y de los hombres mientras se alejaban, aquello estaba por terminar, y él estaba un paso adelante de ellos.

20 dic 2008

Cuando los leones duermen


-Andate a joder a alguien más, a mi no me gustan tus cosas, ni mucho menos a tu madre.
Resignado dió media vuelta y se dispuso a vovler a su habitación. Iba arrastrando los pies, derrotado. Sus pantunflas de león barrían el piso de la sala con sus melenas mientras caminaba y los osos de su piyama sonreían estúpidamente, ignorando por completo el estado en que se encontraba en aquel momento, estúpidos osos pensó. Comenzó a abrir lentamente la puerta de su cuarto, intentando prolongar lo inevitable, aún tenía esperanza de que algo ocurriera, por eso se tomaba su tiempo. En ese instante una idea le cruzó por la cabeza, era algo tonta, pero su última opción. Pasó corriendo la sala, ahora parecía que los leones iban tras un antílope, dispuestos a atraparlo, y que los osos tenían razón. Se plantó nuevamente entre su padre y el telvisor, era la cuarta vez y estaba a punto de hacerle perder la paciencia.

-¿Y ahora que quieres?- le dijo con un atisbo de enojo evidente.

-¿Ves esto?- dijo señalando su piyama, sacando su pecho con orgullo.

-¿Que, tu piyama?, ¿Que tiene?, no me digas que te hiciste otra vez- lo miró, frunciendo el seño.

-No papá, no seas tonto, ESTO de aquí, el oso. ¿Ves?, está sonriendo- le dijo, poniendo cara de oso sonriente también.

-Te dije que no tengo tiempo para tus cosas, andale, vete a dormir de una buena vez- su enojo iba creciendo cada vez más.

-Es lo que mamá quería- comenzó a hacer pucheros- y por eso se fué, por que tú nunca sonreías.

-¡Callate!- le propinó una bofetada que dejó el cuerpecito tirado en medio de la recámara. Ahora parecía que los leones dormían, tal vez, para no levantarse más.

Dolor invernal

¿Qué?, ¡¿Qué es lo que quieres de mí?!, ¿Por qué te metes tú, así tan altanera y sin permiso alguno?, ¿Qué te he hecho yo a ti?, ¡¿Qué?!, nada, y eso es lo que más me preocupa, por que es ahora ¡oh! desgraciada, que veo tu verdadera maligna naturaleza. Mi ventana está cerrada, pero a ti no te importa, ¿Solo juegas conmigo acaso?, ¿Te divierte mi dolor?. Si, ríete ahora que puedes, aprovecha estos días fríos y obscuros, que cuando acabe el invierno volverás a ser algo más en el cielo, y ese, es infinito.

Nadie ve los comerciales

¿Por que se anhela lo que no se tiene?, tanto, que ignoramos lo que ya tenemos.
Muchas veces pienso que hubiera sido mejor vivir en otra época, en una importante, en un tiempo en donde se forjara la historia, en donde toda la vida se impregna de un romanticismo poético y melacólico, en donde se pudiera valorar cada instante, apreciar cada alegría, viviendo al máximo lo mas que se pueda, no como esta vida, esta alegría diluída en conformismo, en homogeneidad, en dodne da lo mismo ser que no ser. Si, siempre quise una vida así, una que sea digna de contarse, y no esta tecnológica mediocridad, en donde casi podría asegurar que es lo mismo vivir a no hacerloo. Si hubiese podido elegir, lo hubiera hecho distinto, para poder sentir todo al doble. Si hubiese podido elegir, elegiría la inmortalidad a ésta vida en comerciales, en donde simplemente se espera a que el programa vuelva a comenzar otra vez.

12 dic 2008

81 años con 11:1 horas

Solamente hay cinco horas del día en las que los tres números se repiten. Eso es en lo que pensaba antes de escribir aca, justo a la 1:11, y al mismo tiempo esta hora se puede leer derecha o de cabeza. Si, el sueño te hace pensar muchas ideoteces, pero ideoteces buenas eso si. No muy seguido me suelto a escribir por escribir, siempre estoy rebuscando y pensando meticulosamente que es lo que quiero plasmar, que palabras usar, de que temas hablar, y casi nunca me doy el gusto de escribir por escribir, y me gusta, aveces se me olvida que me gusta.

Muhcas veces me pregunto lo que haré de mi vida, lo que seré, de lo que trabajaré, de infinidad de cosas, y pienso en la vida, en la frágil y aveces inutil vida. No se por que me da coraje pensar que tengo que hacer algo con mi vida ¡ya!, pero no lo hago, no me apetece, mejor me gusta imaginar que cada quien vino aca por algo, por una razon en particular, si, a eso que llaman destino. Tal vez es un tanto inmaduro pensar así, no lo se, pero aveces realmente creo que uno nace sabiendo casi exactamente lo que va a hacer, y cuando se hace o se quiere hacer algo que no estaba ahí desde el principio, simplemente no funciona. Pero digo que me siento así por que soy joven, tengo 18, y alguien de 18 según todos los demás tiene que tener bien clarito lo que quiere, para que desde este momento se ponga las pilas y le de duro hasta llegar a ser eso que anhela.

Lo mas probable es que todas las personas pasaron por esto en alguna ocasión, y se las vieron algo negras también, por que muchas veces no nos hacemos caso, eso es lo que digo, que nos gritan mas fuerte desde afuera que no nos escuchamos. Toda persona sabe, asi sin dudarlo que es lo que le gustaría hacer, pero no lo hace, no se por que, pero es así, asi que hoy Rafa, te vas a prometer algo, desde ahora y para siempre harás lo que realmente quieres ser: Maestro, Escritor y ser rico por que carajos no. El seuño deshinibe, y siempre te hace decir la verdad, así que cuando leas esto de nuevo Rafa sabrás que es la puta verdad, para que empieces a hacer algo con tu vida, para que así cuado mires de cabeza la edad que ahora tienes te acuerdes que cuando una vez fuieste joven hiciste lo que sempre quisiste.

23 nov 2008


Este es un pequeño discurso que recité hace poco en clase, aca te lo dejo Rafa, para que te acuerdes que aveces si tienes los huevos de decir las cosas:

Buenos días a todos los presentes. Estoy hoy aquí ante ustedes para hablarles de un tema que últimamente ha cobrado una cierta importancia en nuestro tiempo, y es motivo de alarma para muchas personas en el mundo. Me refiero a la redacción, que día con día se va degradando cada vez más, haciendo de algo que alguna vez fue un arte, algo burdo e insípido, digno de un Neandertal. El problema, según mi parecer, radica en la pobre educación que reciben los jóvenes, y como consecuencia la falta de interés por expandir sus limitados horizontes para conocer cada día un poco más, y en este caso en especial, sobre la redacción.

¿Quién no recuerda sus años en la primaria?, en donde lo mas importante aparte de jugar y comer dulces era comer dulces mientras se jugaba, me refiero a esos años en los que apenas sabia uno limpiarse el culo con su propia mano, y las costras decoraban las rodillas y codos, como medallas de guerra. Es en estos años en los que nos presentan a lo que se podría llamar la santísima trinidad de la redacción: El verbo, el sujeto y el predicado, que tantos dolores de cabeza (y me refiero a los regalazos) nos causaron. Es en este momento cuando nos zambullimos por primera vez en lo que es el arte de la redacción.

Redactar es como jugar Jenga, si nunca lo jugaron era un jueguito entretenido en donde se armaba una estructura con pequeños bloques y después se removía uno a uno desde el centro para ponerlos en la cima, que en cierto punto se venía abajo acompañado de las mas variadas puteadas y exclamaciones, eso es la redacción, no las puteadas, si no la habilidad para colocar las palabras una por una cuidando que el escrito no se venga abajo, pensar muy bien que es lo que se quita y que es lo que se pone y así, mantener un equilibrio, una armonía con lo que se escribe.

Me da orgullo decir que el español es uno (si no es que el más) de los idiomas más ricos en el mundo, con el que se pueden expresar infinidad de sentimientos, situaciones, acciones, formas, modos, en fin, un sinnúmero de cosas que sin duda la mayoría de los otros idiomas no poseen y envidiarían, sin embargo, es lamentable ver como es que escriben las nuevas generaciones, como van asesinando al lenguaje palabra por palabra, arrollando adverbios, mutilando preposiciones, acuchillando adjetivos, haciendo una matanza indiscriminada que deja palabras impronunciables y letras sin sentido por todas partes que los jóvenes insulsamente llaman comunicación. Creo que la Real Academia esta pensando seriamente en publicar un diccionario celular-español o Internet-español, por que lo que se escribe comúnmente en estos lugares no se le puede llamar español, ni mucho menos redacción, incluso los mayas quedarían asombrados con tan elaborado sistema difícil de descifrar.

Es por eso que ahora, en este momento, hago un verdadero llamado a la reflexión, a pensar en que le hacemos a nuestro lenguaje, a imaginar en que desastre letrístico terminará toda esta rebelión analfabeta, y sinceramente los invito a conocer el inmenso potencial de las palabras, las maravillas que se pueden lograr con un texto bien hecho, con una frase ingeniosamente elaborada incluso con una palabra bien escrita y a leer, leer todo lo que puedan, devorar libros enteros, que si algo puede salvar a este mundo decadente de letras son las páginas de un buen libro, que al igual que el viento, barre paulatinamente esa ignorancia acumulada con el tiempo, dejando solo ese campo fértil que todos tenemos, ideal para cosechar mentes brillantes y un futuro mejor. Y es importante recordar que las personas se definen a sí mismos por la palabra: por lo que dicen y escriben y por lo que no, así que, ¿Qué clase de persona quieres ser hoy?

19 nov 2008


Es curioso ver la importancia que se da el ser humano, la importancia que nos damos nosotros mismos, cuando en realidad somos tan pequeños, pequeñisimos y no solo de tamño, sino de espíritu también. Cada que pienso en la insmensidad del universo me embarga una sensación de inexistencia, de inutil brevedad, en donde todo carece de sentido e importancia, donde da lo mismo ser que no ser, donde se puede ser realmente libre y en donde la fugacidad de una vida no es mas que una simple ilusión que tal vez existió. Realmente somos polvo en el polvo, somos tan solo una mirada por la ventana de un tren a toda velocidad, un relámpago de una tormenta en el desierto, un recuerdo lejano de una memoria de millones de años de antiguedad, una guijarro arrojado a un océano embravecido desde el cielo, una coma en la internet...somos nada, y el hecho de saberlo te libera de muchas cosas, y te ayuda a entender el lugar que ocupas realmente, en esta vida y en el universo.

Y si, hoy me levanté un poco existencialista. Suele pasar.

¡Ya basta!

Muy cierto, todo muy cierto. ¿Qué es lo que hara falta para que Mexico reaccione?, ojala que este video ayude en algo. Yo realmente me sumo al cambio, ¡Ya basta!


17 nov 2008

Tercera Guerra Mundial



Es extraño saberse único, en peligro de extinción. Un meteorito de estupidez a arrasado con la mayor parte de la vida inteligente, solo quedamos unos cuantos. Éste quizá sea uno de los acontecimientos más importantes de la historia y la prensa ni siquera se ha dado cuenta. Es lamentable ver que en cada foto que "suben", en cada palabra mal escrita que teclean se les escapa un poco de su cultura, su inteligencia y su ser. Han pasado a ser parte de un sucidio colectivo en el que cada vez se unen mas y mas adeptos. Es triste sentires en un zoológico a casi cualquier parte a la que se vaya, observar a las demás personas como seres de una especie diferente, y lo son. En este punto ya no se si nosotros vamos hacia adelante o ellos van hacia atrás, es dificil de decirlo. Pero lo más alarmante es que van ganando terreno, se multiplican cada vez más, han tomado al mundo por asalto y ya ningun lugar es seguro. Estos especímenes se pueden distinguir desde pequeños, en la adolecencia sobre todo, interactuando como monos con diarrea con sus otros compatriotas. Desgraciadamente eso me ha tocado vivir, trato de convivir con estas ratas cancerosas que en lo único que piensan es en alcohol, sexo y diversión, y creanme, no es fácil. Me siento un corresponsal de guerra enviado al lugar donde se desarrolla esta brutal batalla que lamentablemente estamos perdiendo. Las letras son nuesta mejor arma, los libros son granadas de aprendizaje que les explotan en la cara, los maestros son kamikazes dispuestos a morir en un vano intento por erradicarlos y los escritores nuestras bombas nucleares, capaces de crear reacciones en cadena devastadoras. Albert Einstein tenía razón en su famosa formula e=mc2, es decir Escritores=Más Conocimiento al cuadrado. Son nuestra última esperanza, los únicos que pueden salvar al mundo de este decadente porvenir, el último frente de batalla dispuesto a morir por lo que queda de nosotros, que sin mas armamento que un lapiz y buenas ideas son capaces de hacer cosas increibles. Pero no todo esta perdido, tenemos nuestra arma secreta: los blogs, nuestro mejor aliado en este guerra campal, que al igual que las minas de tierra, explotan con un clic izuiqerdo a quien los visite. Asi que compañeros mios no se rindan, sigan luchando hasta el final, sigan colocando mas y mas minas, que, si tenemos suerte, cumpliran su cometido, ayudando a que este mundo ignorante sea cada vez mejor.

15 nov 2008

Luna llena


Frio.

Mucho viento.

Rostros expectantes.

Sudor.

Nervios.

Si, muchos nervios. Cuatro meses culminaban en aquel momento, en esos caminos naranjas que seducian a cualquiera con sus lineas blancas. No me imaginaba que acudirian tantos a aquel lugar, pero una vez que se baja todo se olvida,

Trotas.

Vuelves.

Mas frío.

Puedes ver el deseo en los ojos de cada uno de ellos, todos quieren lo mismo, todos llegaron aquí con el mismo sueño, sus miradas se pierden en la profunidad de sus pensamientos, intentando con todas sus fuerzas encontrar todo lo que estuvieron guardando, como pequeñas ardillas que guardan sus nueces para el invierno.

Voces.

Nadie escucha.

Saben que es el momento. Hombro con hombro. Sueño con sueño. Un brazo en lo alto y la espera, la larga y eterna espera. Una bandera blanca que asesina a la roja. Un disparo. La batalla comienza con el pie derecho. Cada uno se pierde en su mudo que choca con los codos del otro, una sola fila de coraje, de deseperación. Una palmada en la espalda, ¡Tu puedes!

Cansancio.

Las suelas forcejean con el naranja del piso que tratan con todas sus fuerzas de seguir adelante, los gritos se hace cada vez mas fuertes inundando el aire con súplicas y palabras de aliento. Eso me falta. Se me escapa llevandose consigo una parte de mi, de lo que quiero.

Campanas.

La ferocidad llega por debajo, te toma de las piernas y te tapa los ojos para que no lo veas.

El dolor.

Un camino ancestral que se repite eternamente, que culmina en una voz distante, diciendote lo que tal vez no quieres oir.

La decepción.

Todo termina con cuerpos caidos, reverenciales, sudando sus nervios, alegrías y tristezas. El mío se rinde y se deja llevar, me entrego, un abrazo de plástico me recibe con gusto. Ya no puedo mas. La luna lo sabe y la maldigo, todo es por su culpa, todo ha terminado con migo, y sin embargo siento que acaba de comenzar algo en mi, sé que si no me levanto, no me levantaré jamás. Todo se calma, los pechos palpitan cada vez mas lento, el sabor a durazno en la boca te regresa de golpe a la realidad.

Tristeza.

La trajo el viento desde las miradas decepcionadas. No hay nada mas que hacer.

Y el frio.

25 sept 2008

Medio siglo después


Un día un joven cansado de escuchar de los estragos del tiempo y de cómo pasa tan rápido decidió hablar con él, decirle, mas bien preguntarle por que es que hace todo eso, por que le hace eso a la gente, por que roba la juventud de todo lo que toca, por que cambia al mundo sin consideración alguna. Tomó una silla cómoda, la colocó debajo del árbol más frondoso que encontró y se sentó a esperarlo, seguro de que alguna vez tendría que pasar por allí, cosa que las hojas amarillas aseguraban. Pasaron días, meses e incluso años, pero nada, ni un solo rastro del tiempo, pero el joven terco no quiso moverse de allí ni por un momento. Tiempo después un viajero errante pasó por casualidad por aquel pueblo, en el lugar donde se erguía un inmenso árbol, que como podía observarse tenía varias décadas encima, lo observo detenidamente, escrutando la punta lejana que se perdía entre los rayos del sol, y llegando hasta el inmenso tronco de hierro, que se aferraba fuertemente a la tierra queriendo durar por muchos años más. No se había percatado que justo en su base había un anciano sentado en una silla, mirando atentamente al horizonte con unos ojos que relataban más de alguna historia, el joven intrigado se acerco a aquel hombre, le daba curiosidad que es lo que hacía alguien sentado ahí.
-Buenas tardes caballero, si me permite saber, ¿que es lo que hace alguien sentado aquí en este recodo olvidado del mundo, sin mas compañía que una vieja higuera?- El anciano, que se percató por primera vez de la presencia de aquel otro hombre, pareció salir de un trance profundo y por primera vez en muchos años abrió la boca para hablar
- ¿Acaso a dicho usted una vieja higuera?- dijo con su voz de anciano.
-Si no me equivoco creo que así es, a mi parecer tiene más de 50 años- el anciano se levanto trabajosamente de la silla y volteó a ver el inmenso árbol que tenía tras de sí.
- ¡Desgraciado, pasó justo detrás de mí y nunca lo vi!- refunfuñó el anciano al ver la higuera.
- ¿de que habla usted señor?-
-del tiempo, ¡del maldito tiempo!, llevo años esperándolo pero no he visto ni un rastro de él, y ahora esto- señala con su anciano dedo la higuera- ¡solo se burla de mí!-
- ¿Y cuanto es que lleva usted esperándolo?- le dijo el viajero.
El anciano descuidó entonces por un momento su ininterrumpida espera del tiempo, y observó sus arrugadas y viejas manos, enmudeció por un momento y después desfalleciendo en su silla se puso a llorar, había comprendido lo que en su juventud nunca quiso ver, y ahora, cincuenta años después, era demasiado tarde. Tomó una pequeña hoja amarilla del suelo y la miró como quien mira a su hijo por primera vez, la acurrucó delicadamente en su pecho y cerró los ojos, había encontrado lo que siempre había buscado. Se levantó de la silla con un ánimo renovado y se dirigió hacia donde estaba el viajero, tomó su mano, donde colocó delicadamente aquella pequeña hoja amarillenta, sonrió, y con una infinita paz le dijo:
-Amigo mío, espero de todo corazón que entiendas lo que a mí me ha tomado tanto tiempo descubrir, todo gracias a esta pequeña hoja- abrazó al hombre y así sin más, partió hacia ese horizonte, el mismo que había visto pasar por más de cincuenta años.

23 ago 2008

Un dia lluvioso para viajar


2:39 pm - Que bueno es estar en casa de nuevo, comida caliente, ropa limpia, tele con cable, no hacer nada, si, definitivamente la extrañaba. Y si, ahora me pase del papel a la compu, como que eso de escribir con tu puño y letra ya es del siglo pasado aparte de que da mas flojera, bueno de hecho ya había tenido otros bloggs antes pero nunca habían funcionado, o mejor dicho me enfadaban y nomás los dejaba ahí por la paz, haber si no me pasa lo mismo con este, espero que no...
Lo único que odio de vivir lejos de mi familia es el tener que viajar en camión casi todo los fines de semana, creo que hasta ya hay un asiento con mi nombre de tantas veces que viajo, pero lo peor del caso es que son mas de tres horas de viaje. Por lo general siempre viajo en camiones "TAP", que aparte de ser más cómodos siempre te ponen una película, algo que casi ninguna otra línea hace. Algunas veces si ponen filmes que valen la pena, pero otras me hacen desear salir por la ventana de emergencia del camión, cosa que he pensado mas de una vez, lo que pasa es que casi siempre me siento junto a la venta de emergencia, no por seguridad ni nada, sino por que ya me acostumbré a sentarme ahí, tienes el baño cerca, la tele a dos asientos de distancia, lo que la coloca en el ángulo perfecto para poder disfrutarla sin estirar mucho el cuello, el basurero al alcance de la mano, en fin, es el mejor lugar, que casi siempre es el 18. Muy raras veces me siento en otro lugar, como ayer, que me tocó el 14, o era ese o uno de los de hasta atraaas que huele a orines con mierda por que están junto al baño, así que me resigne y compré boleto para ese lugar. Total que me subí al camión y todo, y como era de esperarse había alguien en el asiento de alado, era una muchacha como de 20 años, pelo obscuro, delgada, algo alta y con nariz aguileña uff, de qué rancho salió esta pensé, acomodé mis maletas en la parte de arriba, saque un libro para ir leyendo por el camino y me senté, nos miramos y nos sonreímos. En eso el televisor se enciende y comienza una película de un chango que aprende snowbording estos escritores de ahora fuman mas mota que antes pensé, pero como no había otra cosa que hacer me puse a ver la dichosa película, que resulto estar de lo mas mona (jajaja, mona, chango, entienden?, si ya se mendigo chiste malo), después de la trama mas aburrida y estúpida que nada de la película intenté dormir un poco, que al parecer a mi compañera de asiento no le costaba nada, que ya llevaba dormida la mitad del camino. Estaba en eso cuando se enciende de nuevo la tele pero ahora con una película Mexicana mierda, vamos de mal en peor, les juro que ya empezaba a extrañar al changuito ese y su tabla. Como de nuevo no tenia nada que hacer (créanme en un camión no hay mucho que hacer) me puse a ver la otra película, que resultó estar mas "mona" que la otra (jaja no lo puede evitar), y a pesar de ser mexicana era bastante buena, para eso mi compañera ya estaba despierta, y yo después de un rato me quede dormido.

- Disculpa, disculpa - desperté extrañado de que me estuvieran hablando a mí. Voltee y era mi compañera la que me hablaba - Me das permiso, es que voy a ver si está abierto el baño - Bonita hora se te ocurrió para ir, apenas que había logrado dormirme

- Si pásale - le dije. Ya que, ya me despertaste

- Gracias - y se fue hasta el fondo del camión corriendo Pobrecilla, cuanto tiempo debió de haber aguantarse para no despertarme pensé, pero igual no me importó. Después paso corriendo pero ahora hacia el frente, donde estaba el conductor, al parecer estaba cerrado el baño, y entonces si empecé a sentir pena por ella, Que aguante me dije ,Y aparte andar corriendo así por todo el camión, debe ser una profesional en eso de aguantase. Por fin el conductor le dijo como abrir el baño, y se fue rápidamente hacia el baño de nuevo, créanme, nunca había visto a alguien correr tan rápido en un camión y en zona de curvas, de haber estado en las olimpiadas debió de haber ganado por lo menos la de plata. Y bueno, después de todo el espectáculo que todos los pasajeros presenciaron la joven volvió a su asiento junto a mí con cara de felicidad Pues como no me dije Después de todo lo que pasó. Para ese entonces la película ya iba como a la mitad y llevábamos más de dos horas de viaje. El tiempo pasaba y los minutos se me hacían como horas, comprobé que cuanto más quieres llegar mas leeeento se te hace el tiempo, parecía que el reloj de mi celular no avanzaba, así que mejor lo apagué que de todos modos no tenía señal y me dispuse a dormir otra vez pero ya no pude, y mi compañera tampoco. Ambos estábamos igual de aburridos y cansados de estar sentados, aquello parecía una competencia de haber quien se movía mas, y por lo visto ella iba ganando, auque yo no me dejaba y cambiaba de lugar mis pies cada treinta segundos. Intenté leer un poco, pero con tanta curva era casi imposible, así que mejor me puse a ver la película de nuevo, que estaba casi por terminar. Nunca había visto tanta desgracia junta, verla resultó ser una mala idea, ahora aparte de cansado y aburrido, me sentía mal por la mujer de la película, pero era solo una película después de todo. Cuado terminó nos quedaba como una hora de viaje, ¡Una hora y sin película!, ya sentía que no llegaba. Ver por la ventana era lo único que me podía salvar, pero para mi suerte yo estaba en el pasillo, y si volteaba hacia la ventana parecía como si estuviera viendo a la muchacha así que mejor ni voltee Va pensar que me gusta o algo. Pasaban los minutos y el aburrimiento se hacia cada vez más insoportable, esa ventana de emergencia se veía cada vez más tentadora, pero resistí, al fin y al cabo ya faltaban menos de 30 minutos. Por la ventana, que miraba de reojo de vez en cuando, alcancé a ver algunos edificios conocidos ¡Si!, llegamos suspiré aliviado.

- ¿Tu eres de aquí o de Tepic? - Me preguntaron de repente. Voltee y a la muchacha que antes hasta muda parecía me hablaba a mi con cara amigable.

- Si, soy de aquí - le dije, un poco extrañado de que me estuviera hablando, y más por que claramente era mucho mas grade que yo, y normalmente tienden a ignorarme. Al parecer había llegado al mismo punto de aburrimiento que yo.

- ¿Y estudias en Tepic o que?- me dijo, con la nariz aguileña arrugada por la sonrisa de su cara.

- Si, en el Tec, ¿y tu eres de aquí? - le pregunté.

- No, soy de Tepic, nomás vengo acá a vacacionar un rato - Ya de pronto aquella maratonista cagona se había convertido en persona.

- A orale, que bien, ¿y donde estudias tu allá en Tepic?- le dije.

- Ahí en la UAN, estudio turismo - Me dijo.

- Y en que semestre vas -

- En quinto, ¿y tú vas en primero verdad? -

- Si - y así estuvimos hablando lo que restaba del viaje con aquella extraña que sentía que había conocido de toda la vida. Platicamos tan a gusto que sentí que me faltaron horas de viaje para poder seguir hablando con ella, y ahora no quería que el viaje terminara, a pesar de que unos minutos antes estaba por salir por la ventana. Por fin llegamos a Vallarta y nos despedimos pesadamente, con ganas de haber podido platicado por mucho mas tiempo, si tan solo le hubiera hablado mucho antes todo hubiera sido diferente, incluso ahora seríamos hasta grandes amigos, supe que se llamaba Phenelope por que lo traía escrito en su mochila. Mientras caminaba hacia mi casa en medio de la lluvia que ese día estaba cayendo, me puse a pensar en cuantas Phenelopes nunca había conocido, simplemente por haberlas juzgado o no haberles hablado por miedo o por vergüenza, y allí parado frente a la central, con esas frías gotas cayendo sobre mí me prometí que nunca más dejaría que otra Penélope se escapara de mi vida.