18 ene 2012

¿Se te quitó la gripe?

Desde hace algunos días había tenido gripe debido al cambio de clima entre la costa y el centro, por donde estuve viajando mucho, pero nunca imaginé que se me quitaría de aquella forma, en donde pude quizá haber muerto.

Voy al kickboxing por las mañanas. Al salir tengo dos opciones para volver a casa: tomar un autobús en el que tengo que caminar unas cuadras (que pasan cada 10 min) o esperar el único que me deja enfrente (cada 30 min). Ese día tenía mucha hambre y tomé el primero que pasó. Me senté en un lugar con ventanilla. Siempre he confiado más en las personas que se sientan en las ventanillas de los autobuses en ves del pasillo. Si me preguntaran así clasificaría el mundo, en hombre ventanilla y hombres pasillo.

Fue entonces que lo vi, al hombre pasillo de mi derecha. Yo tenía puesto los audífonos. Medio mundo era música. Voltee y el hombre pasillo me miró a los ojos. Leí algo siniestro en los de él. Solo basta una fracción de segundo para reconocer la maldad en alguien, sobre todo si se es hombre ventanilla. Él me pidió permiso de sentarme junto a mí, donde tenía mi mochila. La quité algo desconfiado. Dos cosas no me cuadraban: 1) Había muchos asientos vacíos y 2) La gente suele evitar sentarse junto a otra de ser posible, sobre todo los hombre pasillo. "Será que le da el sol" pensé. Se sentó junto a mí y saco algo de su mochila. Yo no le dí importancia. A los pocos segundos empezó. Su boca se movía, diciendo algo de lo que solo escuchaba ciertas partes.

- Da...gas....sin...tev.....ort.....fucker - Fue todo lo que mi medio mundo alcanzó a entender, "Pobre, ha de estar loco" me dije, ignorándolo. Todo se fue al carajo cuando sacó la navaja. Tardé todo lo que demora en recorrer una cuadra el autobús en reaccionar. Ahora entendía que estaban tratando de asaltarme. "Tranquilo Rafa, hay más personas en el autobús, no creo que te haga algo" pensé, pero sabía bien que eso no aplica a las personas que tienen ojos como aquellos. Sentí como si desde el centro del pecho me inyectaran anestesia para caballos y se esparciera rápidamente a todo el cuerpo, entumeciéndolo. Es increíble lo que la adrenalina te hace en unos pocos segundos. "Este tipo si te puede cortar como chancho Rafa. ¿Que hago?". Todo el mundo se detuvo en ese momento, las dos mitades. Me quité los audífonos y miré al hombre pasillo. Él me miraba también.

-Pero, ¿Se te quitó la gripe verdad?- Fue lo último que me dijo antes de volver a su antiguo asiento, riéndose. Yo, sin saber muy bien que había pasado, me bajé del autobús en cuanto mis pies reaccionaron. La gripe se me había quitado.

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